¡Oh, piadoso San Charbel!
Desde tu monasterio Maronita,
y en la cima de tu montaña,
y en la cima de tu montaña,
donde te retiraste del mundo
en la soledad y la oración,
viviendo en la más absoluta pobreza.
en la soledad y la oración,
viviendo en la más absoluta pobreza.
nos colmaste de bendiciones celestiales.
Siempre oraste con gran fervor
por los sufrimientos de tu pueblo,
sufriendo, mortificándote
desde las alturas de la montaña de Annaya,
y dando ayuda, medicina y protección
a quién te lo solicitara.
Ahora desde el cielo,
sigues haciéndolo y no hay favor solicitado
que no encuentre tu respuesta,
siempre rápida y benevolente,
como gran protector de humildes y necesitados
que tu eres para toda la humanidad.
Siempre oraste con gran fervor
por los sufrimientos de tu pueblo,
sufriendo, mortificándote
desde las alturas de la montaña de Annaya,
y dando ayuda, medicina y protección
a quién te lo solicitara.
Ahora desde el cielo,
sigues haciéndolo y no hay favor solicitado
que no encuentre tu respuesta,
siempre rápida y benevolente,
como gran protector de humildes y necesitados
que tu eres para toda la humanidad.
Solicito yo, ahora, tu ayuda e intercesión,
en el gran problema que me aflige,
en mis necesidades y mis penas:
(Hacer la petición)
en mis necesidades y mis penas:
(Hacer la petición)
Te ruego intercedas por mí,
ante Dios nuestro Señor,
en la confianza de que no saldré defraudado,
pues mi confianza en ti es total,
y tienes toda mi devoción.
en la confianza de que no saldré defraudado,
pues mi confianza en ti es total,
y tienes toda mi devoción.
Amen.
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