¡Oh glorioso san Nicolás de Bari!
mi protector amable y generoso:
Tu que gozas en los cielos
Tu que gozas en los cielos
de la presencia divina de Dios,
nuestro Padre amado y Creador,
volved piadoso vuestros ojos hacia mí,
y alcanzadme del Señor aquellas gracias y auxilios convenientes a mis presentes necesidades,
tanto espirituales como corporales,
y en particular la gracia
(hacer la petición)
que sea remedio de mis necesidades.
angustias y problemas.
volved piadoso vuestros ojos hacia mí,
y alcanzadme del Señor aquellas gracias y auxilios convenientes a mis presentes necesidades,
tanto espirituales como corporales,
y en particular la gracia
(hacer la petición)
que sea remedio de mis necesidades.
angustias y problemas.
Protégeme de los males que me acechan,
y no me dejes desvalido, amado santo.
Consuela a los afligidos,
socorre a los necesitados,
conforta a los pusilánimes,
defiende a los oprimidos,
asiste a los enfermos;
y haz por fin, que todos experimenten
los efectos de vuestro poderoso patrocinio
para con el supremo Dispensador
para con el supremo Dispensador
de todos los bienes.
Amén.
Amén.
Related Posts
0 comentarios