Querido niñito amado,
dulce y santo Niño del Remedio,
bello emblema de ternura,
encanto del alma mía,
mi amor, mi bien, mi ventura
que remedias mis amarguras.
Remedia todos mis males,
atiende mis peticiones,
consuela todas mis penas
y escucha mis oraciones,
esto te ruego y pido
quedando a tus pies rendido.
(Hacer una petición con mucha fe)
En tanto que, reverente,
eres Niño Divino y Glorioso,
mi consuelo recurrente
pues en ti siempre confío
para dar solución a problemas
que afligen mi corazón,
y tu siempre me respondes.
pues tu generosidad es grande
y sin límites tu bondad.
Te saludo Niño hermoso,
con fidelidad y amor
soy tu siervo más devoto.
Amén.
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