Santa Águeda bendita,
valiente y hermosa mujer,
de valentía portento,
de virtud modelo a seguir:
Es Águeda la virgen y mártir
que tantos tormentos por Dios padeció,
que teniendo el verdugo a su lado
La fe no le arrancaron de su corazón.
Fue de admiración
que con tantos tormentos la santa
la fe no le arrancan de su corazón.
Señor Jesús, que has querido
que tu mártir santa Águeda sea invocada
como especial abogada de las mujeres
que se ven aquejadas de enfermedades en sus senos;
y que en tu clemencia y bondad te has dignado
a escuchar los ruegos de tus siervos
por mediación de santa Águeda:
Concede a cuantos te rogamos
por su intercesión la paz que necesitamos, y
el remedio que solo Tú puedes dar,
y que libra al alma y al cuerpo
de males y enfermedades.
Concédenos que los ruegos
y los méritos de santa Águeda
ayuden a tantas almas que sufren
afligidas en sus cuerpos por el cáncer.
valiente y hermosa mujer,
de valentía portento,
de virtud modelo a seguir:
Es Águeda la virgen y mártir
que tantos tormentos por Dios padeció,
que teniendo el verdugo a su lado
La fe no le arrancaron de su corazón.
Fue de admiración
que con tantos tormentos la santa
la fe no le arrancan de su corazón.
Señor Jesús, que has querido
que tu mártir santa Águeda sea invocada
como especial abogada de las mujeres
que se ven aquejadas de enfermedades en sus senos;
y que en tu clemencia y bondad te has dignado
a escuchar los ruegos de tus siervos
por mediación de santa Águeda:
Concede a cuantos te rogamos
por su intercesión la paz que necesitamos, y
el remedio que solo Tú puedes dar,
y que libra al alma y al cuerpo
de males y enfermedades.
Concédenos que los ruegos
y los méritos de santa Águeda
ayuden a tantas almas que sufren
afligidas en sus cuerpos por el cáncer.
Te ruego en especial por ______
(aquí se menciona el nombre de la persona
por la que se reza, o se puede
aplicar la oración por uno mismo).
Escucha, Señor Jesús, nuestras súplicas,
que santa Águeda lleva a tus manos
y te presenta como nuestra intercesora.
Concede a quienes están enfermos
el consuelo que necesitan y, especialmente,
la curación que tanto anhelan,
si es tu santa voluntad.
Te damos gracias, Señor,
por tu compasión,
y te pedimos que nos asista tu misericordia.
Concédenos imitar
a santa Águeda en la fortaleza,
en la constancia y en la resignación,
para que como ella podamos
merecer un día la recompensa eterna
y estar en la Gloria, donde vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Amén.
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